martes, 25 de septiembre de 2012

Etapa 1: Panes (Penamellera) - Benia de Onís 15.09.12

Llegamos a Panes el 14.09.12 por la tarde y digo llegamos porque me acompañaron mi mujer y mis dos hijos Gala y Martín, para darme ánimos y despedirme en primera persona a lo grande.


Dejamos las cosas en el Hotel Covadonga, un hotel muy agradable en el centro del pueblo que escogimos para pasar esa noche y nos fuimos a dar una vuelta para ver todo su encanto y descubrir que eran las fiestas de San Ciprian por lo que aprovechamos para que los niños también pasasen un buen rato.


Conocimos a José Luis Cosío, todo un campeón jugador de bolos que estaba jugando una partida para pasar el rato y amablemente nos explicó las reglas según se jugaba en este concejo, resultó ser más complicado de lo que aparentemente parece el juego.


Antes de irnos a dormir tuvimos tiempo para escuchar una súper orquesta, como las de antes, llamada "Alto Standing", parecía que no quería que se acabase el día...


A la mañana siguiente me levanté el primero y sin hacer ruido, bajé a desayunar, preparé todo el equipaje, revisé la bici y me aseguré que todo estaba listo para empezar mi viaje. Al poco bajaron a despedirme y un gran nudo se presentó en mi garganta que recordaría todo el viaje. Toda la semana llevé en la retina la imagen de mi mujer y sobre todo mis dos hijos llorando diciéndome adiós.


No había tiempo para más, compré comida en la tienda del pueblo y empecé a pedalear por el GR 109, muy bien señalizado, con un primer objetivo, llegar a Alles.



Unos kms por el desfiladero de La Hermida me llevaron a las primeras rampas por carretera, cruzando el río Deva hacia Robriguero, último pueblo antes de coger una buena pista hacia el Collado Los Prados, donde una sensacional bajada me llevó hasta Mier, punto de desvío hacia Besnes donde se encuentra la Tahona de Besnes, un lujo de casa rural de las primeras de Asturias.




Mier con el río Sella al fondo




Zona de parilla de la Tahona de Besnes


Subida a Alles por pista boscosa 


Después de subir por este estupendo camino, llegué a Alles, un pueblo pequeño pero con unas vistas y una tranquilidad muy grandes.


Como ya comenté, el camino en casi su totalidad está muy bien señalizado con postes y paneles como estos con mucha y buena información para afrontar cada tramo.






El camino de salida de Alles comenzaba con un descenso vertiginoso que me llevaría a perder la pista durante unos instantes, teniendo que descender monte a través durante unos instantes hasta alcanzar la carretera y más adelante una nueva pista que me llevó hasta Rozagas y más adelante hasta Arangas, pueblo donde hice mi primera comida. Al llegar encontré una bar tienda de esos que tienen de todo y aproveché para comer el bocadillo que había comprado en Panes y aprovisionarme de bebida y otras cosas para el resto del día.





Almorzando en Arangas. Bar tienda La Calleja.











Después de salir de Arangas, una buena subida me llevó al Collado Pandejana para más tarde bajar casi hasta Carreña y digo casi porque no hace falta llegar a Carreña para seguir ruta hacia Benia de Onís. En ese punto descubrí que el GR no era tan ciclable como me creía ni el libro tan explícito como también creía. La subida hasta Asiego fue durísima, las rampas eran difíciles de superar incluso caminando, siempre a través de un bosque de castaños que mermaba la potencia del sol que apretaba fuerte a esas horas de la tarde. Durante la subida, me encontré con un lugareño y su perro, que me comentó lo que me iba a encontrar, tengo que decir que se quedó corto.








Subida a Asiego y Puertas











Finalmente llegué a Puertas y puede hidratarme fuertemente eso sí, después de unos minutos de relax en silencio en el mirador de Pedro Udauondo. En frente del Uriellu y el resto de montañas que lo flanquean. IMPRESIONANTE¡¡¡






Majestuosos Picu Urriellu






Más adelante, alcancé el Alto del Ortiguero para seguir camino hacia la antigua Mina Hoyos de Alda, ya cerrada y símbolo de la actividad minera de la zona. Después de la mina el camino se volvió trocha y los escayos, zarzas y similares dejaron mis piernas como si estuviese en Semana Santa... que dolor¡¡¡ hasta alcanzar el Collado Pandal donde recuperé una buena pista que me llevó por fuerte descenso hasta el camping de Benia de Onís y de ahí al centro del pueblo donde terminé esta primera etapa.










 Mina Hoyos de Alda







Bajada al camping de Benia de Onís




Era la primera vez que rodaba solo en bicicleta de montaña durante todo un día y la experiencia que me quedó no fue mala, creo que la dureza del camino me hizo estar tan concentrado que apenas me paré a meditarlo. Recuerdo que la parte más dura fue al llegar al Hotel Peña Santa en Benia de Onís y verme solo en recepción y más tarde en la habitación, después de seis años viajando en grupo nunca había experimentado una situación tan rara, menos mal que para la segunda noche ya se me había pasado. No veía llegar la hora de cenar que se hizo esperar hasta las 21.00 hrs, cené mucho y muy bien para recuperar fuerzas y tardé en dormirme apenas cinco minutos, estaba más cansado de lo que pensaba.

Total 52 km en 08:50 hrs con un desnivel acumulado de 2.214 mts.